El viernes los niños/as de cinco años amanecimos/as entusiasmados e impacientes por llegar al cole porque por fin había llegado el día señalado para viajar hasta Atapuerca y convertirnos en auténticos arqueólogos. La aventura comenzó hace unos días cuando jugamos al trivial de la prehistoria con la señorita Gema y como somos expertos en este tema, lo hicimos tan bien que nos ganamos este viaje. Así nos comunicaba la gran sorpresa el peculiar arqueólogo Tadeo Jones:
Tras colocarnos nuestras medallas de arqueólogos, escribimos
una carta a casa pidiendo permiso y el dinero necesario para el viaje.
Ya con todo listo, emprendimos nuestra aventura, la primera
parada la hicimos en Burgos donde
visitamos el MUSEO DE LA EVOLUCION
HUMANA. Allí hicimos una visita guiada
en la que aprendimos mucho sobre la prehistoria.
También disfrutamos mucho en el taller cromaniños en el que no solo nos vestimos como en la época
también entramos en una cabaña, recolectamos frutas o bailamos una danza si no
que hasta...¡cazamos un mamut!
Ya por la tarde, nos marchamos hasta el PARQUE ARQUEOLÓGICO DE ATAPUERCA donde, a pesar del frío que allí
hacía, nos pasamos muy bien recreando como era la vida en el paleolítico y en
el neolítico: sacamos lascas de las piedras, descubrimos el ocre y la lemonita
y pintamos pinturas rupestres como lo hacían en aquella época, nos metimos en
el interior de las chozas, vimos como se hacia fuego....
Volvíamos al colegio agotados/as pero encantados/as y
deseando contarle todo lo vivido a papá y a mamá que nos esperaban impacientes.
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