“Soy el Hada del
otoño y tengo un problema…” Así comenzaba la carta con la que el Hada del
otoño nos pedía ayuda ya que un travieso y juguetón duende que vive con ella en
el bosque había robado las hojas y este año nuestra Hada no podía hacerse su
precioso vestido de otoño con los colores propios de esta estación.
Pero… todavía
no estaba todo perdido, el duendecillo travieso nos proponía un juego para
recuperar las hojas y vestir al hada. Debíamos superar seis pruebas e iríamos ganando
las hojas en cada una de ellas. Así que el viernes salimos en busca del duende
que andaba escondido por el cole y tras superar todas las pruebas logramos
vestir al hada con los colores del otoño.
Además de ayudar al Hada, lo pasamos genial.
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