“Pero... si ¡es una
cueva!”, “¡No me lo puedo ni creer!”, ... Estas han sido algunas de las
expresiones que se oían esta mañana en las clases de cinco años al subir las
escaleras y comprobar que de ayer a hoy nuestra clase había cambiado de aspecto
para convertirse en una cueva prehistórica.
Pronto hemos querido experimentar
la sensación de vivir bajo su techo y entre sus paredes así que sigilosos, no
fuéramos a despertar a algún mamut, nos hemos sentado en corro para poder escuchar
un cuento y viajar con nuestra imaginación a aquella época.
Las “seños” os damos las gracias a las familias que colaborásteis
dedicando vuestro tiempo, esfuerzo, técnica e imaginación para hacer esta
ambientación posible.
Aquí os dejamos un resumen del proceso de construcción:
¡Qué contentísimos se les ve y qué forma tan maravillosa de aprender!
ResponderEliminarGracias a profes y voluntari@s.
Me encanta... yo quiero hacer lo mismo.. mi duda es cómo colgasteis el papel kraft al techo y paredes...
ResponderEliminar